Ayer fue un día especialmente importante para todos los alumnos del CSMA. Como muchos sabéis, pero quizás otros no, compañeros nuestros de distintas especialidades llevan desde el inicio de curso (ya van a hacer 2 meses) sin un profesor. Pero no cualquier profesor, sino el profesor de instrumento principal.
Quizás la gente piense que bueno, son unas horas, tampoco es para tanto... Pero sí lo es. Nosotros como instrumentistas, compositores y directores, estudiamos esta carrera por una ilusión, y con una intención muy clara: ser un buen músico. Por supuesto que las asignaturas complementarias son importante, pero lo que tiene mayor fuerza es el profesor de instrumento. Nuestra educación y desarrollo como intérpretes (hablo de interpretes porque yo soy instrumentista, pero incluyo a compositores y directores) es gracias a ese profesor de instrumento, que es el que no tenemos.
Aunque dicen que no es difícil de entender, sí que es complicado si no eres músico saber la gran importancia que es para tí que venga uno u otro profesor.
Quizás todo comenzó ayer por el cansancio de los compañeros de esperar y esperar, sin información alguna (o muy poca) y que no apareciera su profesor. Ante esta desinformación decidimos hacer una sentada en el gran hall que tenemos, juntándonos la gran mayoría de los alumnos del CSMA, tanto afectados como no.
Ante la incertidumbre de que viniera la actual directora en funciones, decidimos ir juntos a la DGA, a esperarla, pero para suerte nuestra (o suya) nos la encontramos de camino, así que volvimos al CSMA y allí nos reunió en el auditorio, donde intentó darnos explicaciones.
La verdad es que no hubo muchas explicaciones, ni nos dejó tranquilos... Todo era incertidumbre, y vueltas a las cosas sin llegar a ningún lado... ella "no sabía" los resultados definitiivos de las pruebas para la selección del profesorado.
Cuál fue nuestra sorpresa al ver que una hora escasa después, habían salido estos listados, y muchos de nuestros profesores habían sido rechazados.
Nada más saberlo, muchos de los alumnos volvieron al conservatorio, a hacer sentadas y protestar. Y como, inevitablemente somos músicos, qué mejor manera tenemos de protestar que tocando.
Y así, pasamos la tarde mostrando nuestro descontento hacia la situación a la que se ha llegado.
Llegada la noche, nuestra "directora" se marchó del conservatorio, no sin ser despedida con pitadas, abucheos, y claras muestras de indignación. Todos pensábamos que nuestra protesta llegaba a su fin, pero nuestra sorpresa llegó cuando nadie llamó a la policía, cuando nos permitieron permanecer en el conservatorio, para pasar la noche, en señal de descontento.
Queremos agradecer el apoyo y comprensión de algunos profesores, en esta protesta pacífica que llevamos.
Os dejamos alguna imagen de nuestro día de ayer.
